lunes, 30 de marzo de 2009

El Modelo Productivo

Me atrevo a afirmar que el propio modelo productivo español es el causante de la mala situación de muchos de sus trabajadores, y de buena parte de las diferencias que percibimos si nos comparamos con otros países europeos. Sabemos que la economía española está en buena medida basada en dos sectores: el turismo y la construcción. De alguna manera parece lógico que vayan de la mano, tanto en operaciones legales como ilegales. No son sectores malos de por sí, pero una economía excesivamente basada en ellos es muy peligrosa.

Ambos sectores crean empleos, por lo general, de baja cualificación y escasamente pagados. Ambos son extraordinariamente sensibles a los vaivenes del consumo y la economía. Por si esto fuera poco, el turismo implica en muchas ocasiones desastres urbanísticos (de ahí la alianza de ambos sectores) y daños al medio ambiente.

En la reciente crisis económica y financiera, de la que aún no vemos la salida, hemos comprobado los peligros de la excesiva dependencia de la economía de nuestro país respecto del sector de la construcción. Era conocido el dato, aún cuando todo iba bien, de que en España se construían más viviendas que en varios de de los países más industrializados de nuestro entorno juntos, más que la suma de las levantadas en Alemania, Francia y Reino Unido. Esto excede toda la lógica del mercado, y estaba sostenido únicamente por la especulación. Además, es sabido que la vivienda en España no es más barata ni más accesible que en esos países, sino que existe un gran problema de acceso a ella.

Según el Observatorio de Sostenibilidad (OSE), la mitad de las viviendas en España se construye con fines especulativos. En un informe publicado en junio de 2008, este organismo señala que España cuenta con el mayor parque de viviendas de la UE, pero paradójicamente, el acceso no es más fácil cada vez, sino al contrario. La conclusión del informe, que por desgracia se está cumpliendo, es demoledora: “El crecimiento insostenible de hoy puede convertirse en insoportable mañana”.

La construcción es un sector en el que muchas veces las condiciones de trabajo no cumplen las leyes, notablemente en materia de seguridad laboral. Abunda la subcontratación, y un fenómeno que suele aparecer de la mano de éste, la economía sumergida. Está demostrado que la subcontratación excesiva disminuye los salarios, empeora las condiciones laborales y hace aumentar el número de accidentes.

La solución a este problema no es fácil, ya que necesitaría un cambio profundo de la mentalidad generalizada, para huir de estos ingresos rápidos pero frágiles y apostar por un modelo más tecnológico, que de por sí proporcionaría empleos de mayor calidad, formación y remuneración. El esfuerzo es grande, y las inversiones necesarias también, pero en mi opinión merecerían la pena. La gran preparación de los jóvenes españoles facilitaría este necesario cambio.

1 comentario:

  1. Para mi lo triste del asunto es que la gente no sólo es que no se diera cuenta de que el negocio de la construcción era peligroso sino que estaba encantada: dinero fácil y rápido.

    Y lo de que la juventud tenga una gran preparación es dudoso. Quizás tienen una gran preparación "empresarial" o "profesional" pero me temo que hay que tener más que eso. Si no pasa que basamos el presente (porque no se piensa en otra cosa en éste pais) y futuro de éste país en cimientos (nunca mejor dicho) tan débiles como el negociete de la construcción.

    No quiero ser ventajista, pero para mi ésto era una crónica de una muerte anunciada.

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